Se trata de una novela ligera, luminosa, que, en los primeros años del siglo veinte, narra la vida soñadora de una joven humilde, hija de una fregona que quiere para ella una vida mejor, y que sufre el acoso de un policía. Las calles y los parques de un Dublín pueblerino son el escenario de una historia que no solo es deliciosa sino que además? acaba muy bien.
James Stephens, que oficialmente nació en Dublín en 1880, siempre afirmó que había nacido el 2 de febrero de 1882, el mismo día que James Joyce. Ambos autores tuvieron carreras paralelas, empezaron trabajando en periódicos de la capital irlandesa y se inspiraron en las clases media y bajas para sus obras. Además, les unía una profunda amistad tanto que James Joyce, preocupado por su capacidad para terminar Finnegans Wake (1939), le propuso a Stephens que lo terminara si él no podía. Defensor del nacionalismo irlandés, en 1916 dedicó uno de sus escritos a los ejecutados tras el Alzamiento de Pascua.