Un original cuestionamiento ontológico que sigue al intento heideggeriano de romper con la primacía de la presencia y permite repensar el vínculo que une el ser al tiempo. Este libro tiene como meta analizar las huellas que dejan los acontecimientos pasados sobre nuestro presente. Jaran se apoya en la reflexión hermenéutica de Wilhelm Dilthey y en los planteamientos fenomenológicos del joven Martin Heidegger para argumentar que nuestra experiencia de la historia no proviene de una interpretación meramente subjetiva de la realidad. Dejando atrás el marco epistemológico desde el cual la filosofía de la historia suele elaborarse, este ensayo adopta una perspectiva decididamente ontológica y busca entender lo que significa que un ente sea a la vez real e histórico. En efecto, el análisis de los entes históricos permite mostrar que algunas de las cosas que nos rodean contienen referencias al pasado que no son proyectadas por el sujeto cognoscente. Las preguntas que dejó en suspenso la obra inacabada de Heidegger son una invitación en este ensayo para establecer relaciones con autores posteriores, Collingwood y