Víctor Català no escribió La infanticida. Fue una joven Caterina Albert i Paradís (1866) quien vivió con entusiasmo el movimiento modernista y en 1898, con veintinueve años, se dispuso a darse a conocer como escritora. Lo hizo a través de un reputado aunque modesto certamen literario, en donde presentó dos obras: un poema y un monólogo. Ambos fueron premiados, aunque el monólogo, titulado La infanticida, dividió al jurado. Por mayoría, votó a favor de la calidad literaria y la fuerza de la historia que la joven protagonista cuenta a un auditorio inexistente (el público se convierte en voyeur) cómo había matado a su hija recién nacida. El escándalo que ocasionó la constatación de que el autor de aquella obra intensa y dura era una mujer fue tal que la incipiente escritora decidió no volver a presentarse ante el público con su nombre y construir una identidad masculina que le iba a servir de máscara y refugio en un primer momento, pero que acabó convirtiéndose en un personaje, en una especie de heterónimo destinado a vivir con vida propia, a sobrevivir a su propia creadora y a usurpar a Caterina Albert i Para
Víctor Català, pseudònim literari de Caterina Albert i Paradís (l'Escala, 1869-1966), ha estat una de les escriptores més destacades de les lletres catalanes. Va excel·lir en la narrativa fins al punt d'influir de manera decisiva en altres escriptors de començaments de segle. Així Solitud és una de les obres de més renom de la literatura catalana. A banda de la novel·laUn film (3000 metres) i de reculls com Drames Rurals, Caires Vius, La mare balena, Contrallums i Vida Mòlta, va conrear també la poesia, el teatre i el gènere brevíssim de l'adagi.