La historia de los nueve meses anteriores al nacimiento de un ser humano es, probablemente, mucho más interesante y contiene acontecimientos más trascendentales que los setenta años siguientes . Samuel Taylor Coleridge (1840). Mientras quizás aún te estés preguntando si estás embarazada, el cerebro, los ojos, el hígado y los oídos de tu hijo ya se están desarrollando. A la cuarta semana de gestación, empiezan a formarse el corazón, la circulación sanguínea y el tracto digestivo. Los brazos y las piernas comienzan a brotar a la quinta semana. A la séptima, el rostro, los ojos, la nariz, los labios y la lengua de tu hijo ya pueden verse, y empiezan a aparecer los primeros signos de los dientes y huesos. A la octava semana, los dedos y las manos ya están bien definidos, las articulaciones de los dedos de los pies se distinguen con claridad y el movimiento muscular se inicia. A la décima semana, ya se han formado todas las estructuras básicas del cuerpo. Además, los últimos descubrimientos sobre el desarrollo del sistema límbico del bebé intrauterino confirman la existencia de memoria durante el primer trimestr