WOODRELL, DANIEL / N (Ilustración)
Shug Atkins tiene trece años y vive en una casa junto a un cementerio. Su padre, que quizá no lo sea, lo mira con «esa mirada suya que me amenazaba con una muerte rápida que se hace eterna»; y, aunque es obvio que lo detesta, se sirve de él para entrar en casas de médicos y enfermos y robar barbitúricos. Glenda, la madre, es una belleza que ha conocido mejores días. Un día irrumpe en la vida de estos tres seres un hombre amable, cortés, con un coche elegante. Despierta sueños dormidos, aviva pasiones prohibidas. La muerte del pequeño Shug es un implacable relato sobre la pérdida de la inocencia y la perversión del concepto de familia, en el que Daniel Woodrell demuestra una vez más, como en Los huesos del invierno, su dominio narrativo y su sensibilidad para ahondar en los límites de la novela negra.
Daniel Woodrell (Springfield, Missouri, 1953) abandonó el instituto a los diecisiete años para alistarse en los Marines. Menos de dos años después, en los que estuvo destinado en la isla de Guam durante la guerra de Vietnam, fue expulsado del ejército por «tendencias antisociales graves». De regreso a Estados Unidos y tras vagabundear una temporada con unos amigos, se licenció en la Universidad de Kansas y obtuvo el prestigioso título de Escritura Creativa de la Universidad de Iowa. Es autor de nueve novelas, tres de ellas adaptadas a la gran pantalla, y de una colección de relatos. Desde hace más de dos décadas vive con su mujer, la escritora Katie Estill, en una casa centenaria en el corazón de los montes Ozark, donde llegó a compartir vecindario con traficantes de metanfetamina.