En su primer libro en solitario sobre cine, el que seguramente debe de ser el guionista europeo más importante del momento, Jean-Claude Carrière, plantea un lúcido y elegante análisis sobre la evolución del lenguaje cinematográfico durante sus primeros cien años de existencia. A través de una minuciosa exploración de su vocabulario --los ángulos de cámara, la iluminación, la utilización de los actores y los decorados--, y recurriendo siempre a los directores más revolucionarios, Carrière examina la evolución del público a través de los años y el modo en que el propio cine ha intentado ajustarse a ella. Todo ello sin olvidarse, claro está, de los cambios que ha experimentado la escritura del guión a causa de las nuevas tecnologías y de las innumerables influencias que va asimilando día a día. Llena de divertidas anécdotas y de intuiciones geniales, esta obra --deliciosamente escrita, por supuesto-- será de gran utilidad para todos aquellos que suelen pasar parte de su tiempo ante una pantalla, sea o no por motivos profesionales. Y no sólo eso, sino que también demostrará de qué manera han influido en la evolución de nuestro siglo los primeros cien años del cinematógrafo, proporcionando al lector, simultáneamente, un hermoso resumen de su funcionamiento interno.
Jean-Claude Carrière nació en
1931, en el pueblecito de Colombières-sur-Orbe (sur de Francia). Comenzó a
trabajar en el cine en 1957, con Jacques Tati. En los diecinueve años en que
colaboró con Luis Buñuel, escribió los guiones de películas como Belle de jour,
El discreto encanto de la burguesía y Ese oscuro objeto del deseo.
Es también el guionista de clásicos: ¡Viva María!, Sauve qui peut (la
vie), El tambor de hojalata, Danton, Cyrano de Bergerac. Con
Milos Forman ha colaborado ya en varias ocasiones, entre ellas en Valmont.
Como narrador, es conocido por títulos como La controversia de Valladolid
o El círculo de los mentirosos, y es autor de una amplia obra
ensayística centrada en el cine.