En la mitología persa, sangue sabur, «la piedra de la paciencia», es una piedra mágica a la que uno le confía todo lo que no se atreve a revelar a los demás... La piedra escucha, absorbe como una esponja todas las palabras, todos los secretos, hasta que un buen día explota... Y ese día, uno queda liberado.
En esta novela, localizada «en alguna parte de Afganistán, o en cualquier otro lugar», la piedra de la paciencia es un hombre tendido en un colchón en el suelo, en estado vegetativo a causa de una bala alojada en la nuca. A su lado, su mujer reza por él, le atiende y le habla, mientras en las calles pasan los carros de combate y se suceden los disparos.
Atiq Rahimi (Kabul, 1962) estudió en el Liceo franco-afgano de Kabul, y luego Literatura en la universidad de esa misma ciudad. En 1984, la guerra le obligó a refugiarse en Pakistán, desde donde pidió y obtuvo asilo político en Francia. A partir de entonces vive y trabaja en París. Una vez en la capital francesa, realizó el doctorado de Comunicación Audiovisual de La Sorbona. En la actualidad se dedica a la realización de documentales y a la escritura. Por su versión cinematográfica de Tierra y cenizas, que también dirigió, recibió el Premio de la mirada hacia el futuro en el Festival de Cannes 2004 y por La piedra de la paciencia (Siruela, 2009), el Premio Goncourt 2008.