Lo manifiesten de una forma u otra, los padres desean que sus hijos sean educados de acuerdo a sus valores e instruidos con altura profesional de tal modo que aflore todo el potencial que cada hijo atesora en su interior. Conseguirlo sólo está al alcance de personas valiosas, porque nadie da lo que no tiene, aunque también el ambiente y las circunstancias que rodean a cada individuo pueden influir de modo muy importante.
El verdadero reto de cada educador -padre, maestro,profesor-, es educar de modo excelente a cada persona: ayudar a pulir el diamante en bruto que es cada una.