La vida instrucciones de uso fue considerada desde su aparición como una obra maestra y se le concedió el prestigioso premio Médicis. Con los años su importancia no ha dejado de crecer. Así, esta obra maestra inclasificable de la que se ha dicho que es un compendio tan enciclopédico como la Comedia de Dante o los Cuentos de Canterbury de Chaucer, y, por su ruptura con la tradición, tan estimulante como el Ulises de Joyce fue galardonada como la mejor novela de la década 19751985 en la encuesta realizada por Le Monde en el Salon Du Livre de 1985. Entre la primera idea de la novela y su realización transcurrieron nueve años. Perec hablaba así de su proyecto: «Me imagino un edificio parisino al que se ha quitado la fachada... de modo que, desde la planta baja a la buhardilla, todos los aposentos que se hallan en la parte anterior del edificio sean inmediata y simultáneamente visibles.» En otra ocasión afirmaba que «todo el libro se ha construido como una casa en la que las habitaciones se unen unas a otras siguiendo la técnica del puzzle». Efectivamente, cada capítulo se parece a un fragmento de un gigantesco, fascinante puzzle, cuya «osamenta» la constituye una casa parisina de la calle SimonCrubellier: cada pieza del puzzle es un capítulo y lleva una indicación sobre sus inquilinos de hoy y de ayer, reconstruyendo los objetos, las acciones, los recuerdos, las sensaciones, la fantasmagoría. Siguiendo el orden sabiamente entretejido por Perec, asistimos a la formación de un microcosmos constituido por una serie de «novelas dentro de la novela», una prodigiosa concatenación de existencias, de vida vivida o simplemente soñada: una nueva «comedia humana», como la definió Calvino.
Poeta y narrador francés, apasionado por las palabras cruzadas, los acrósticos y los juegos de
la imaginación, admirado por Calvino y Cortázar, surrealista impenitente, muestra hasta qué punto quien piensa en
comprender el mundo no hace más que clasificarlo, esa vocación por la que Perec sentía especial fascinación.