ATXAGA, BERNARDO / DIÉGUEZ URIBEONDO, IÑAKI (Ilustración) / TENORIO, JUAN DE DIOS (Ilustración) / FERRER, ISIDRO (Ilustración)
«Dicen que los monjes de hace ocho o nueve siglos debían enfrentarse a públicos lejanos, a veces hostiles, reacios siempre a marchar tras los pasos de una demostración teológica o de una condena moral, y que de esta dificultad y de la necesidad de vencerla surgieron los Alphabeta exemplorum. Se trataba de que el peso de los discursos estuviera bien repartido, y de que cada una de las veintitantas letras del alfabeto correspondiente arrimara su diminuto hombro y contribuyera a llevar la carga: que la A demostrara la existencia del Alma, por ejemplo; o que la B tuviera a bien hablar de san Basilio (?). Cuando uno de estos Alphabeta exemplorum llegó a mis manos, yo ya estaba preparado para entender de qué servía aquel artilugio verbal (?). Decidí, pues, sin apenas dudarlo, apropiarme del método (...); pasó un año, y ya llegaban a la decena los alfabetos que habían salido de mi mesa para ser leídos o publicados en los lugares más dispares. Mis amigos comenzaron a preocuparse.»
Así explica Bernardo Atxaga cómo nació la idea de escribir estos dieciséis alfabetos que tratan de la literatura y de las distintas formas de narrar, y donde el autor, en un juego con el lector cómplice, compone una obra rebosante de frescura y originalidad.
Bernardo Atxaga (Asteasu, Gipuzkoa, 1951) se licenció en Ciencias Económicas y desempeñó varios oficios hasta que, a comienzos de los ochenta, consagró su quehacer a la literatura. La brillantez de su tarea fue justamente reconocida cuando su libro Obabakoak (1989) recibió el Premio Euskadi, el Premio de la Crítica, el Prix Millepages y el Premio Nacional de Narrativa. La novela ha sido llevada al cine con el título Obaba. A Obabakoak le siguieron novelas como El hombre solo (1994), que obtuvo el Premio Nacional de la Crítica de narrativa en euskera, y Esos cielos (1996), y libros de poesía como Poemas & Híbridos, cuya versión italiana obtuvo el Premio Cesare Pavese de 2003. Su obra ha sido traducida a veintisiete lenguas. La edición en euskera de El hijo del acordeonista ha recibido el Premio de la Crítica 2003. Bernardo Atxaga es ya uno de los creadores de mayor hondura y originalidad en el panorama literario de este principio de siglo.