1. Memoria colectiva en la obra de Annie Ernaux
2. Autobiografía impersonal en la literatura contemporánea
3. Imágenes y recuerdos en la narrativa de Annie Ernaux
4. Passé composé: la representación del pasado en la obra de Ernaux
5. Relaciones familiares a través de las generaciones en la literatura
6. Vínculos intergeneracionales en la escritura de Ernaux
7. La memoria como herramienta narrativa en la literatura francesa
8. Continuidad generacional y memoria en la prosa de Annie Ernaux
9. Representación del paso del tiempo en la literatura posmoderna
10. Reflexión sobre la memoria y el legado familiar en la obra de Ernaux
"Se desvanecerán todas de golpe como ha sucedido con los millones de imágenes que estaban tras las frentes de los abuelos muertos hace medio siglo, de los padres, muertos también ellos. Imágenes donde aparecíamos como niñas en medio de otros seres ya desaparecidos antes de que naciéramos, igual que en nuestra memoria están presentes nuestros hijos pequeños junto a nuestros padres y nuestras compañeras de colegio. Y un día estaremos en el recuerdo de nuestros hijos entre nietos y personas que aún no han nacido. Como el deseo sexual, la memoria no se detiene nunca. Empareja a muertos y vivos, a seres reales e imaginarios, el sueño y la historia." A través de fotos y recuerdos dejados por los acontecimientos, las palabras y las cosas, Annie Ernaux nos hace sentir el paso de los años, desde la posguerra hasta hoy. Al mismo tiempo, inscribe la existencia en una nueva forma de autobiografía, impersonal y colectiva.
Annie Ernaux nació en 1940 en la región francesa de Normandía. Creció en la pequeña localidad de Yvetot y estudió literatura en la Universidad de Ruán. Profesora de esa asignatura en liceos de Annecy y de la periferia parisiense, en la actualidad vive cerca de la capital francesa y trabaja en el Centre National d?Enseignement par Correspondanse. En Tusquets Editores hemos publicado Pura pasión, La vergüenza y El acontecimiento (Andanzas 182, 376 ?y Fábula 98 ?y 436), que obtuvieron una excelente recepción por parte de la crítica y muy apreciable acogida del público. Es además autora de Les armoires vides (1974), Ce qu?ils disent ou rien (1977), La femme gelée (1981), Journal du debors (1983), Une femme (1987) y le ne me suis pas encore sortie de ma nuit (1997). El lugar, una narración intimista, descarnadamente autobiográfica, que se adentra en lo más hondo de emociones y experiencias sin tapujos ni sentimientos, mereció el Premio Renaudot en 1984 y consagró a su autora como una de las novelistas francesas más personales.