En los últimos lustros, el interés por la cultura escrita y la formación de lectores ha vivido una singular efervescencia. Desde diversas áreas del saber y desde diferentes campos de acción se buscan maneras de atraer a la gente a los libros y fomentar con ellos relaciones significativas y duraderas. Gobiernos y sociedad coinciden en otorgar a la lectura una valiosa función educativa y un papel determinante en la formación de ciudadanos, pero tales inquietudes y propósitos no siempre se traducen en medidas efectivas ni dan lugar a reflexiones que superen el lugar común o el voluntarismo. Ajenos a tópicos, respuestas fáciles o soluciones mecánicas, los textos aquí reunidos alientan el pensamiento crítico y la acción responsable. Divagando lúcidamente sobre la hospitalidad de la lectura y la formación de lectores, se transita también por la historia de la literatura infantil y de la infancia, la diversidad cultural, la industria del libro, la paternidad. Serán de interés para maestros, bibliotecarios, libreros, editores, promotores culturales, y para todo aquel, en fin, que sin los libros se sienta lejos de casa.