Los tres tratados de las buenas maneras de Alfonso Ussía está escrito desde el más enloquecido humor. Quizá por ello, sin herir, sea portavoz de muchas verdades. En sus páginas el autor se ríe de lo que considera el mayor defecto de la sociedad pudiente de hoy, su cursilería, no lejana de los sólidos principios de lo hortera. En estos tratados el lector se convierte en un alumno divertido de las exageraciones del profesor, que llega a aleccionar hasta sobre la forma en que debe tratarse a un obispo sorprendido en paños menores.