La saga familiar de la antropóloga Isabel García Luna y las numerosas historias que a su alrededor va trenzando Enrique de Hériz configuran una novela subyugante, en la que confluyen como en pocas ocasiones el interés y el placer. Habilidad narrativa, argumento poderoso, agudeza en la exploración de la naturaleza humana y elaborada fluidez en la prosa son algunos de los rasgos que más ha destacado la crítica especializada y que la hicieron merecedora del Premio Llibreter 2004 a la mejor novela del año.