En septiembre de 1904, próximo a cumplir cuarenta años, Unamuno redacta Mi confesión. Este escrito breve, hasta ahora inédito, sirve al filósofo para expresar sus preocupaciones esenciales.A lo largo de sus páginas, resulta posible reconocer el germen de dos de sus obras principales: Vida de Don Quijote y Sancho, que escribe un año más tarde, y sobre todo Del sentimiento trágico de la vida.Sentidor de los problemas fundamentales, su filosofía poética y su lógica del corazón hacen de Miguel de Unamuno un pensador proclive a la confesión apasionada; no en vano, gran parte de sus escritos transmiten sus inquietudes más íntimas. Frente a la mentira y la hipocresía, él reivindicó en todo momento y circunstancia la veracidad y la máxima libertad, aun a costa de contradecirse a sí mismo.
Miguel de Unamuno escritor, poeta y filósofo español, principal exponente de la Generación del 98. Esa angustia personal y su idea básica de entender al hombre como «ente de carne y hueso» y la vida como un fin en sí mismo se proyectaron en obras como En torno al casticismo (1895), Mi religión y otros ensayos (1910), Soliloquios y conversaciones (1911) o Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos (1913).
Su narrativa progresó desde sus novelas primerizas Paz en la guerra (1897) y Amor y pedagogía (1902) hasta la madura La tía Tula (1921). Pero entre ellas escribió Niebla (1914), Abel Sánchez (1917), y sobre todo Tres novelas ejemplares y un prólogo (1920). Su producción poética comprende títulos como Poesía (1907), Rosario de sonetos líricos (1912), El Cristo de Velázquez (1920), Rimas de dentro (1923) y Romancero del destierro (1927), éste último fruto de su experiencia en la isla de Fuerteventura, adonde lo deportaron por su oposición a la dictadura de Primo de Rivera. También cultivó el teatro: Fedra (1924), Sombras de sueño (1931), El otro (1932) y Medea (1933).
Considerado como el escritor más culto de su generación, fue sobre todo un intelectual inconformista que hizo de la polémica una forma de búsqueda.