Pongo en tus manos, además del libro-diario de una entrañable amistad, la denuncia de una injusticia irreparable. Un hombre honrado, comedido, leal, generoso, discreto, virtuoso y, por lo tanto, un verdadero artista, murió crucificado por el desprecio de sus correligionarios. Lo retrato al desnudo, desde la lealtad de quien gozó de su confianza y de su exquisita intimidad, para que, junto al brillo irradiador de su vida, quede patente la razón de las sombras que, en su obra, contrastan con su luz proverbial. F.O.
«Miguel Pérez Aguilera ya es un clásico: un artista que ha dedicado su vida a la realización de una pintura que ha traspasado los límites de la vanguardia, que lo ha asumido, y que ya ha entrado en el universo de las aportaciones fundamentales de nuestro siglo». Ana Guash
«Don Miguel fue un pintor de culto, lo es, cada día más, no de fama, no de masas, con gustadores fieles, cuyo número crece, a medida que pasa el tiempo. Su obra es como la de esos grandes poetas ocultos, cuyo enorme resplandor llega a un círculo privilegiado; un creador, grande, con mundo propio, con universo cuajado de presencia, que no traspasa las bambalinas, porque su esencia rehúye el glamour y la frivolidad del espectáculo». Tomás Paredes
Federico Ortés Sánchez (Trasierra, Badajoz, 1953). Licenciado en Derecho. Autor del cuento Zolojo (1991), de la edición y notas de las poesías completas de Fernando Merlo, Escatófago (1992), de varios textos sobre la obra de Miguel Pérez Aguilera: ¡Ojo pinta! (1995), El gran maestro y un escandaloso silencio en torno a su obra (1999), La luz incesante del artista olvidado (2000), Obras son amores (2003), Glosas para una exposición (2013), y de varios ensayos sobre la obra de Cervantes: ¡Mi padre! (1995), Don Quijote y Compañía (1997), El triunfo de don Quijote (2002), Cronicón quijotesco (2005), Don Quijote Bálsamo-yelmo y Emperador de la China (2007), Desmadre y represión en El celoso extremeño (2013), Don Quijote peregrino entre Loyola-París (2013, 2017). También es autor de la novela 61 balas para Jacqueline Picasso (2017). Reside entre Extremadura y Sevilla.
Miguel Pérez Aguilera (Linares, 1915-Sevilla, 2004). Estudió, desde 1939, en la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid y fue miembro de la Joven Escuela Madrileña. Desde 1946 fue catedrático de Dibujo del Natural de la Escuela Superior de Bellas Artes de Sevilla. Posee, según F. Martín, el raro privilegio de ser el maestro reconocido de buena parte de la generación de pintores más brillante que ha surgido en Sevilla a partir de la postguerra.