«Una intelectual rigurosa y brillante, una escritora comprometida con la tradición clásica actual; es decir, una humanista auténtica, en el mejor sentido del término, algo ya muy poco frecuente».á Carlos García Gual, El País Resulta indiscutible que la literatura occidental hunde sus raíces en la Ilíada y la Odisea, atribuidas tradicionalmente a un misterioso autor originario de Asia Menor. Pero ¿quién compuso realmente los dos poemas homéricos? ¿Cuál era el mundo en el que convivían sus dioses y sus héroes? ¿Qué visión nos ofrecen de las primeras etapas de la civilización? Desde el primer momento, estas dos epopeyas suscitaron una admiración unánime y sirvieron como alimento y modelo a los poetas líricos, a los trágicos, a los historiadores... Sentaron además las bases para la cultura y la educación en toda Grecia, y sus personajes ?Aquiles y Patroclo, Héctor y Andrómaca, Ulises y Penélope? han llegado intactos hasta nuestros días, convirtiéndose también para nosotros en seres familiares. En Muros de Troya, playas de Itaca, Jacqueline de Romilly, la gran dama de los estudios clásicos franceses, examina el l
JACQUELINE DE ROMILLY Jacqueline de Romilly (1913-2010) dio clases en varios institutos, en la facultad de Lille, en la École Normale Supérieure y en la Sorbona. Fue la primera mujer profesora en el Collège de France, y luego la primera mujer miembro de la Académie des Inscriptions et Belles-Lettres. Es autora de numerosos libros de referencia sobre el mundo clásico: Tucídides y el imperialismo ateniense, Los grandes sofistas en la Atenas de Pericles (Gredos), Grecia y el descubrimiento de la libertad, ¿Por qué Grecia? o La Grecia antigua contra la violencia (Gredos). En 1969, publicó Nosotros los profesores, obra que constituye «un acto de fe en el papel desempeñado por los profesores dignos de ese nombre y en el valor formativos de los estudios helenísticos». Se dio a conocer para un público más amplio con la publicación en 1984, año de crisis y debate en la Educación francesa, de La indigencia de la enseñanza, testimonio de su experiencia docente, acta a veces severa sobre el estado de la enseñanza y alegato a favor de sus valores y su renovación. Nosotros los profesores y La indigencia de la enseñanza fueron reeditados, en Francia, en 1991, bajo el título de Escritos sobre la educación. En 1987, escribió En los caminos de Saint-Victoire: «Sé de qué hablo cuando cito, con fervor, a los autores de la Grecia clásica