En ningún otro poeta del Renacimiento como en Garcilaso de la Vega se dio tan fácilmente la conjunción entre literatura y vida, entre cultura e inspiración. en sus versos no sólo se dejan oír las voces de los clásicos en convergencia con Petrarca y otros autores italianos de su generación, sino también se perciben los ecos de una vida marcada por la rebeldía contenida. Como poeta pronto alcanzó el reconocimiento de sus contemporáneos, y, en su propio siglo, llegó a convertirse en autor de lectura obligatoria en la universidad. Bienvenido Morros ha llevado a cabo la mejor edición del poeta toledano, basada en un riguroso estudio del texto y en una meticulosa y exhaustiva anotación. El prólogo supone una reconsideración de las interpretaciones tradicionales sobre la vida del autor y del lugar que ésta ocupaba en sus poesías. Completan el volumen las composiciones latinas de Garcilaso y algunos documentos de gran interés.
Garcilaso de la Vega (Toledo, 1501 - Niza, 1536). De familia noble, su figura representa al caballero cortesano renacentista, artista exquisito e intrépido capitán. Fue amigo personal de Carlos I, luchó en las campañas imperiales y murió en Niza, Francia, en el asalto de un castillo. Su obra trata exclusivamente de amor. De ella se conservan 38 sonetos y tres églogas en las que poetiza su propia historia amorosa, además de algunas canciones, epístolas y elegías. Cultivó el soneto, la lira, la silva y el terceto encadenado.