Ikegami dibuja con trazo hermoso y delicado la historia de un amor malsano que, en el recorrido hacia su culminación, deja un terrible legado de muerte y destrucción; plasma la crueldad inhumana de unas convenciones sociales que devoran con avidez la vida y el alma de la gente; nos muestra que las apariencias más hermosas pueden ocultar terribles y oscuras intenciones; se asoma a los corazones más inocentes y puros para descubrir que también en ellos anida la maldad; nos habla de la fugacidad de la vida humana, frágil como las alas de una mariposa; y retrata la alienación narcótica de quienes no saben qué hacer con sus vidas.
nació en Fukui en 1944. En 1961 publicó su primera historia en la editorial Hinomaru Bunko, pero no fue hasta su debut en la revista Garo, en 1966, cuando llamó la atención de Shigeru Mizuki, que lo tomó como asistente. Su primer éxito llegó en 1973 con la serie Aiueo Boy, en colaboración con el guionista Kazuo Koike, con quien volvería a cosechar nuevos éxitos con la Crying Freeman (1986). En 1990 comienza la serie Santuario, con Shô Fumimura, con quien repite colaboración en la serie Heat, que recibió Shogakukan Manga Award. Actualmente es profesor en la Universidad de Artes de Osaka.