Un día es una vida.
En un día inolvidable de su existencia, a Ismael Cieza se le juntan las contradicciones de su frágil voluntad y las responsabilidades que no asumió.
El protagonista de esta novela acumula una vida llena de irresoluciones, en la que el pasado mantiene la huella de algunos asuntos amorosos no premeditados y del dejarse llevar en el que los débitos y compromisos se ceden a quienes nos quieren y acompañan.
Las precariedades de este héroe del fracaso, tan propio del mundo imaginario de Luis Mateo Díez, comienzan con sus dilemas fisiológicos, las dolencias del estreñido lleno de extrañamientos, y le llevan a otras disyuntivas no menos patéticas relacionadas con la paternidad, el destino de los hijos o la contradicción de los sentimientos y los comportamientos.
Luis Mateo Díez recupera la veta más humorística de su imaginación, el espejo de una mirada menos dramática, más grotesca, pero tan sustancial y emotiva como en sus mejores invenciones, para contarnos esa jornada llena de sorpresas que desvelan nuestras limitaciones y hacen más melancólica y entrañable la condición a la que pertenecemos.
Luis Mateo Díez (Villablino, León, 1942). Licenciado en Derecho y funcionario jubilado del Ayuntamiento de Madrid, en 2000 Luis Mateo Díez fue distinguido con el Premio Leonés del Año y en 2014 fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de León. Entre los galardones que ha recibido figuran el Premio Café Gijón por Apócrifo del clavel y la espina (1972), el Premio Ignacio Aldecoa por Cenizas (1976), el Premio Nacional de Narrativa (1987 y 2000) por La fuente de la edad y La ruina del cielo con las que obtuvo también el Premio de la Crítica.