Carmen Conde (Cartagena, 1907-Majadahonda, 1996) alcanzó algunos de los hitos de nuestra historia que hasta entonces habían estado vetados a las mujeres en España: fue la primera en concedérsele el Premio Nacional de Literatura en 1967 y en ser elegida Académica de Número de la Real Academia Española en 1978. Estos fueron tan solo dos de los reconocimientos más importantes que alcanzó a lo largo de su carrera literaria, que no puede entenderse en toda su complejidad sin la figura de Amanda Junquera.
Poemas a Amanda reúne por primera vez, bajo la edición de Fran Garcerá y Cari Fernández, los poemas que Carmen Conde dedicó a Amanda Junquera entre 1936 y 1983. También incluye dos anexos con importante material documental, como la reproducción de todas las dedicatorias manuscritas que ambas se intercambiaron en libros, además de otro material inédito conservado en su archivo personal en el Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver de Cartagena.
Carmen Conde (Cartagena, Murcia, 1907-Majadahonda, Madrid, 1996) es una de las voces más significativas de la literatura española del siglo XX, así como uno de los ejemplos más lúcidos de defensa y visibilización de la escritura de mujeres. Autora muy prolífica, cultivó diversos géneros a lo largo de su trayectoria, aportando en todos ellos su particular visión y su rico dominio del lenguaje. Fue merecedora del Premio Nacional en dos ocasiones: en 1967 por Obra poética (1929-1966), en la categoría de Poesía, y en 1987 por Canciones de nana y desvelo, en la categoría de Literatura Infantil y Juvenil. Entre sus títulos destacan también Brocal (1929), Ansia de la gracia (1945), Mujer sin Edén (1947), Al encuentro de Santa Teresa (1979) y Soy la madre (1986), entre otros muchos. Consciente del poder transformador de la cultura, fundó -con Antonio Oliver- la Universidad Popular de Cartagena en 1931, aunque la Guerra Civil puso fin a este proyecto. Carmen Conde fue la primera mujer en ser académica de número en la Real Academia Española, donde ocupó la silla K. Su discurso de ingreso, pronunciado en 1979 y titulado Poesía ante el tiempo y la inmortalidad, ponía de relieve la injusta invisibilización de las escritoras y reivindicaba algunos nombres, como los de Gertrudis Gómez de Avellaneda, Carolina Coronado y Rosalía de Castro. En 1992 legó al Ayuntamiento de Cartagena toda su obra literaria y su archivo documental, y en 1995 se constituyó el Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver en dicha ciudad.