Este ensayo ofrece la mayor síntesis elaborada hasta el momento en la filosofía española entre una visión puramente física del cosmos y un compromiso con los valores del ser humano. Según Pedro Laín, ha llegado el momento de abandonar el dualismo alma/cuerpo, pero también el mero materialismo. Para ello, el autor profundiza en multitud de ideas del pensamiento europeo (desde Paracelso, Van Helmont y Leibniz hasta Karl Rahner, Heidegger o el propio Ortega) para detenerse sobre todo en la obra de Xavier Zubiri, que le sirve de hilo conductor. El libro hace un recorrido completo por la antropología occidental (griegos, ilustrados, teología, ciencia) desembocando en una lectura dinamicista de la evolución del cosmos y de la especie humana. Pedro Laín muestra las limitaciones del pensamiento ortodoxo, tanto cristiano como laico, señalando el espacio común que existe para unas creencias razonables.