Considerada como la mayor fábula política de nuestra era moderna, esta obra narra la historia de un grupo de animales que decide hacerse con el control de la granja cuando el más distinguido de todos ellos, el visionario Viejo Mayor álter ego de Karl Marx refiere haber tenido una visión en la que el mundo entero es gobernado por animales tras liberarse de la tiranía del hombre. Una vez que derrocan a los jefes y crean su propia filosofía llamada «animalismo», basada en la idea de una sociedad ideal, donde todos los animales son iguales, enseguida se crean las clases sociales y se fracturan así los ideales que debían regirlos. Pese al cambio de gobierno, la nueva sociedad creada en la granja es aún más severa y miserable que cuando estaba en manos del señor Jones.
Rebelión en la granja se inspira en Stalin y en la Revolución rusa para expresar un lamento alegórico de una revolución fallida. Constituye un acto de rebeldía, en clave cómica, contra los poderes fácticos auspiciados y representados por los líderes del sistema capitalista burgués y del comunista totalitario, y se convierte en una especie de parábola de todas las revoluciones humanas.
George Orwell llegó a Barcelona en las navidades
de 1936, dispuesto a luchar
contra el fascismo. Encontró
una ciudad en plena revolución
e ilusionada ante el futuro, y acabó enrolado en la milicia del poum. Destinado
durante cuatro meses al frente de Aragón, donde reinaba una desesperante inactividad, regresó por unos días a Barcelona. Allí, tras ser testigo del conflicto entre los anarquistas y las fuerzas del orden, las famosas Jornadas de Barcelona de mayo de
1937, que consolidaron el poder de los comunistas, escapó de milagro a la dura persecución sufrida por el poum
después de su ilegalización.