Rosario se convirtió en símbolo ineludible del régimen republicano tras un accidente bélico en el que perdió la mano. Al finalizar la contienda, sufrió prisión en diferentes penales. su matrimonio fue considerado nulo por ser civil y no eclesiástico y perdió, no sólo la libertad, sino también al amor de su vida. Carlos Fonseca, autor del éxito Trece rosas rojas, rescata esta historia llena de derrota pero también de dignidad: una dignidad que se transmite en el discurso aún vivaz de su protagonista, que a sus ochenta años representa la historia de todo un grupo de mujeres que participaron por primera vez armadas en el frente de Madrid, lejos de las clásicas tareas de enfermeras y auxiliares.