Senilidad es la segunda novela de Italo Svevo, publicada por primera vez en 1898. Entonces no llamó la atención de la crítica ni del público y aquel injusto silencio hizo tanto daño a su autor que decidió alejarse del oficio de escribir durante veinticinco años. La novela sin embargo era una pequeña obra maestra, que tuvo en James Joyce uno de sus primeros defensores, por ser ejemplo de una literatura moderna e imperecedera, que venía a aportar al género una novedosa forma de novelar, la de desarrollar una historia a partir de una minuciosa introspección psicológica en los personajes y en su conducta. En esta novela Svevo afronta el problema de la dificultad que tiene el personaje principal, Emilio Brentani, para gestionar su propia vida interior así como sus relaciones con los demás protagonistas de la historia: su hermana Amalia, el escultor y amigo Stefano Balli y especialmente Angiolina, una prometedora joven rubia y de ojos azules, que aparece en su vida y que no sabe bien de qué forma encajar. Sus treinta y cinco años, su más que evidente falta de experiencia en el campo de las relaciones amorosas, junto con una incontrolable inercia y una desesperante indecisión lo irán llevando hacia una prematura senilidad. Rescatamos en esta nueva y cuidada traducción el prólogo que el autor escribiera para la segunda y definitiva edición de la novela en 1927, justo un año antes de su muerte. Acompaña también al libro unas brillantes y necesarias páginas de presentación del novelista Antonio Prieto, gran conocedor de la literatura italiana del Novecento. Italo Svevo es el seudónimo literario de Aron Ettore Schmitz, nacido en el año 1861 en la ciudad de Trieste, que por entonces formaba parte del Imperio Austrohúngaro. Su educación quedó interrumpida cuando su padre cayó en bancarrota. Svevo tuvo que trabajar como empleado de banca durante un tiempo y, más tarde, en el negocio de la familia de su mujer. Ello no le impidió, sin embargo, escribir sus dos primeras novelas, Una vida (1892) y Senilidad (1898), que constituyeron un completo fracaso, tanto de crítica como de público. En 1907, animado por el escritor irlandés James Joyce, que vivió una temporada en Trieste dando clases de inglés, se sintió de nuevo con valor suficiente como para empezar una nueva novela: La conciencia de Zeno que publicaría en 1923. Murió unos años más tarde, a raíz de un accidente automovilístico en 1928, dejando inéditas un buen número de narraciones breves y parte de una novela, Il vecchione. Svevo consiguió desarrollar un estilo entonces único usando la ironía y cierto distanciamiento con los personajes para describir sus pensamientos y recuerdos y trazar la línea de sus comportamientos y actitudes. Fue uno de los primeros escritores en hacerse eco literariamente de las ideas del Psicoanálisis de Sigmund Freud. A pesar de todo, vivió aislado del ambiente literario italiano y sus novelas, que giran siempre alrededor de los detalles de la vida cotidiana y de la complejidad de las motivaciones humanas, no ejercieron una fuerte influencia en la narrativa italiana hasta que con su muerte obtuvo el verdadero reconocimiento.
Durante veinticinco años, los relatos y las novelas de Italo Svevo (Trieste, 1861-Motta di Livenza, 1928) apenas superaron el silencio de la crítica, pero en 1923 James Joyce contagió su entusiasmo por La conciencia de Zeno a Crémieux y Larbaud, quienes, con Montale, dieron a conocer su obra. Una vida (1892), Senectud (1898