Para comprender adecuadamente «Sobre el pudor y el sentimiento de vergüenza» es necesario tomar como punto de partida la tesis que Scheler propuso en su tiempo sobre la teoría ética de los valores y de las emociones. Dicha tesis afirma que no todos los sentimientos tienen la misma óualidad ni pertenecen al mismo nivel de la vida afectiva, sino que se distribuyen según su profundidad por estratos que van de lo más sensible a lo más espiritual con sus correspondientes valores. Cuatro son los estratos principales: 1. Los sentimientos sensibles o sensaciones afectivas, ambos no inteneionales. 2. los sentimientos corporales (como estados) y los sentimientos vitales (como funciones), relacionados con el cuerpo pero sin una localización concreta en él. 3. los sentimientos anímicos o puros, vinculados con el yo psíquico. 4. los sentimientos espirituales o de la personalidad. La vergüenza al igual que la angustia, el miedo, el asco, la aversión o la simpatía es un tipo de sentimiento que pertenece al segundo nivel de la vida afectiva, cuya importancia para la ética resulta significativa por tratarse de un sentimiento que anticipa valores esenciales para el ser humano. El análisis fenomenológico que Scheler hace de la vergüenza pone de manifiesto que esta no es principalmente un sentimiento externo inculcado por la sociedad en el hombre, sino un regulador de sentido interno que protege al individuo y lo orienta hacia una valoración positiva de sí.
Max Scheler (1874-1928) es un destacado pensador alemán de la primera mitad del siglo XX. Seguidor de Husserl, aplicó el método fenomenológico a la ética y a la filosofía de la religión