En 1966, poseído por un súbito impulso creativo, Pier Paolo Pasolini compuso seis textos que constituyen el núcleo de su obra dramática. Poeta, novelista, cineasta, crítico y periodista, nadie pensó en definirlo como dramaturgo, ni él se consideró como tal. Pero lo cierto es que, en sus años de formación, el teatro no estuvo ausente en su horizonte creativo.
En estas seis obras se aúnan todos los temas que recorren su vida y obra de principio a fin: la lucha de clases, el comunismo, los oprimidos (no solo en lo político, sino en todos los órdenes), la amistad y la lealtad (Pílades), la homosexualidad, la relación paterno y maternofilial (Fabulación) con el tinte psicoanalítico freudiano que aún estaba en boga en la época, el desdoblamiento de los personajes (Pocilga y Orgía), el sueño frente a la vigilia (Calderón) y la pregunta de cuál de los dos es más real, la guerra, el campo de concentración y exterminio, el antisemitismo, la prostitución, el suburbio, el diferente...
Por primera vez en español, se reúnen en un solo volumen las obras dramáticas de Pasolini traducidas por Amelia Pérez de Villar; además, acompañan a estos textos el Manifiesto para un nuevo teatro, donde deja entrever sus nuevas teorías buscando escenarios y temas distintos de los convencionales. Este es un libro que se hacía necesario para complementar la prolífica labor de Pier Paolo Pasolini, uno de los artistas más reconocidos de su generación no solo por su valioso aporte a las artes cinematográficas europeas, sino por su fecunda obra que abordó distintos géneros.
Pier Paolo Pasolini nació en Bolonia el 5 de marzo de 1922. Llegado en 1949 a Roma, donde dirigió con Alberto Moravia la revista Nuovi Argomenti, vivió y trabajó en esta ciudad hasta su trágica muerte en el otoño de 1975. Con su múltiple y vasta actividad de poeta, narrador, cineasta y ensayista y con su incansable presencia intelectual, Pasolini ha sido un testigo apasionado y lúcidamente implacable de los cambios y las dolorosas contradicciones de nuestra época. Su producción novelesca se acrecentó póstumamente con las dos novelas cortas reunidas en el volumen Amado mío (1982, Seix Barral, 1984 y 1990) y con la monumental Petróleo (1992; Seix Barral 1993).