Niños arrancándose pelos entre sí, los Simpson, besos con extraños, gritos en la casa... Este libro es una intermitencia de relámpagos biográficos. Aquí, la literatura ilumina un cuerpo, lo oscurece y lo vuelve a iluminar. Pasado y presente, placer y dolor, confesión y burla de esa confesión; leer estos poemas es ser arrastrado por un vaivén de imágenes inusitadas. Para escribir su historia, el autor se sirve de recursos aparentemente ajenos a la poesía, porque sabe que no hay nada ajeno a ella.