Desde hace algunos años, se aprecia en Occidente un renovado interéspor los iconos. Gentes muy dispares se acercan a ellos por distintasmotivaciones. Hay personas que buscan satisfacer su interés estético,otras desean tener una experiencia esotérica, algunas sienten unaatracción por lo religioso y no pocas ven en la contemplación de estas imágenes una forma de hidratar su enjuta vivencia espiritual. Pocassaben, sin embargo, que para acercarse correctamente a los iconosresulta imprescindible conocer su dimensión teológica.Con su obra, Uspenski se ha esforzado en poner de manifiesto la unidad indivisible que existe entre icono y teología. En este sentido, haluchado denodadamente para que estas imágenes sagradas y que remitenal misterio no sean reducidas a la mera razón estética o al purosentimiento desencarnado.El lector en general, el estudioso del arte y el creyente hallarán enesta introducción a la historia y la teología del icono no una guíapara visitar museos, sino una puerta de acceso a la rica tradición del arte del Oriente cristiano.Leonid A. Uspenski (1902-1987) es un reconocido iconógrafo y teólogode
Leonid A. Uspenski nació el año 1902, cuando los zares gobernaban Rusia, en el seno de una familia con posesiones en el campo. En su juventud participó en las guerras civiles que provocó la revolución. Tuvo que exiliarse primero a Turquía, después a Bulgaria y por último a Francia, adonde llega en 1926. Fue en París donde entró en contacto con los iconos y decidió consagrar su vida a su estudio. En 1930, Uspenski se incorpora a la Hermandad de San Focio, grupo del que surgió en 1944 una facultad de Teología ortodoxa: el Instituto de San Dionisio. Allí conjugará una triple actividad: iconógrafo-restaurador, docente y teólogo, autor de múltiples publicaciones cuya cumbre es su «Teología del icono». Uspenski no sólo enseñaba una técnica, sino que transmitía la tradición de la Iglesia, de modo que es el Espíritu el que actúa en el creador del icono. Falleció a finales de 1987.