El afamado periodista, aristócrata y epítome del gonzo —también llamado «periodismo participativo»—, George Plimpton (1927–2003), ofició como escritor, editor, deportista aficionado, comentarista, cronista literario, artificiero, actor y percusionista ocasional. Cofundador de The Paris Review, fue un periodista —fascinado y fascinante— que vivió el ejercicio de su profesión de una forma muy singular —en sus carnes—. De tan ilustre periodista subrayaría Enric González: «Plimpton quiso vivirlo todo. Y en gran medida lo consiguió. Peleó con un campeón de boxeo, jugó en equipos profesionales de fútbol americano, baloncesto y hockey sobre hielo, disputó torneos profesionales de tenis y golf, actuó en decenas de películas, fue artificiero en la Segunda Guerra Mundial, tocó en la orquesta de Leonard Bernstein, le echó un pulso a Hemingway e inventó al más célebre beisbolista falso de la historia» (El Mundo, 25/01/2016). Ahí es nada. Escribió para muchos otros medios, como Sports Illustrated, y tiene otras dos obras traducidas: Edie (Circe, 1988) y El hombre que estuvo allí (Contra, 2015).