Primera secuencia. Me llamo K.
Segunda secuencia. Trabajo y libertad.
Tercera secuencia. En Auschwitz no había tiempo para aburrirse.
Cuarta secuencia. El humo y el fuego.
Quinta secuencia. Auschwitz. Último tango
Alguien llama a la muerte pero la muerte no termina de acudir? Este tren no tiene destino a Salzburgo, hoy, dentro de cincuenta años continuará sonando la misma música de cámara y este tren jamás pasó por Salzburgo? Ya abrió el alemán la puerta, los miembros del Sonderkommando se precipitan en el interior, nuevamente es la hora de las manos y los ganchos, cuando terminen de sacar de las cámaras de gas todos los cuerpos procederán a ventilarlas, acondicionarlas para que puedan acoger a nuevas víctimas, no puedo hablarte de otra cosa, compréndelo, te cansa mi relato, pero no existen otras historias, la vida era solamente esto? Te quedaba una última, fugaz, inmediatamente olvidada visión de aquellos ojos desorbitados, estallados, de vómitos, excrementos, de bocas abiertas, de dientes encajados, cuerpos revueltos, otra vez, otra vez como dicen los niños cuando alguien les cuenta el cuento del lobo que viene, que viene, asiéndose a sus madres con las blancas uñas de sus dedos clavadas en sus pechos, asiéndose a sus lágrimas?
El último tango perfuma la noche, un tango dulce que dice adiós?
Andrés Sorel es el nombre literario (tomado del personaje de Stendhal) de Andrés Martínez Sánchez, nacido en Segovia en 1937. Militante comunista durante la dictadura, dirigió en Madrid el clandestino Revolución y Cultura, y en París, donde se exilió entre 1972 y 1974, la publicación Información Española, destinada a los inmigrantes españoles en Europa. Ha publicado más de cincuenta obras, traducidas a multitud de idiomas, algunas de las cuales fueron prohibidas durante el franquismo por el ministro de Información y Turismo Manuel Fraga Iribarne. A finales de 1974 dejó el PCE y, poco después, a la muerte de Franco, regresó a España y empezó a colaborar en diversos medios. En 1984 fundó el diario Liberación, presentado como el primer periódico de izquierdas radical del país. Durante 25 años ha sido secretario general de la Asociación Colegial de Escritores de España y director de la revista República de las Letras.