Una niña llega en 1947 a la costa siciliana en barco, procedente de Japón. Con ella están sus padres y sus hermanas. La joven familia busca refugio tras los sufrimientos de la guerra en Bagheria, cerca de Palermo, en la mansión solariega materna. Aquella niña descubrirá allí con particular intensidad sus orígenes, tan enraizados en aquel paisaje acunado por el sol ardiente, el mar y las playas, la agreste naturaleza. Muchos años después, ya adulta, Dacia Maraini regresa a Bagheria. Recorre y evoca los viejos escenarios, la maravillosa y temida Sicilia, y se abandona a la memoria. Retorna así su amor por la literatura, la historia y el arte; todo ello sin cejar en su defensa de la mujer y en su crítica comprometida a los abusos perpetrados en aquella tierra.
Dacia Maraini (Fiesole, 1936), una de las principales protagonistas de la literatura italiana contemporánea, es autora de novelas, obras teatrales, poemas, textos autobiográficos y ensayos que han sido traducidos a veinte lenguas. Hija de un antropólogo y de una pintora, su niñez transcurrió en Japón, adonde su familia se trasladó en 1939; allí estuvieron internados en un campo de concentración entre 1943 y 1946. De regreso en Italia, se establecieron en la localidad siciliana de Bagheria, en la gran casa señorial de los abuelos maternos. A los dieciocho años se trasladó a Roma. Participante activa en la vida cultural y cívica, en sus obras aflora un constante interés por las condiciones de vida de las mujeres y los problemas de la infancia. Ha recibido numerosos e importantes premios, como el Campiello (1990), el Strega (1999) y el Campiello a la trayectoria (2012).