Beberse la vida desvela lo que nunca se había contado sobre los días y las noches de Ava Gardner en nuestro país. Enamorada de España desde el rodaje de Pandora y el holandés errante, la estrella se estableció en Madrid en 1954, donde viviría hasta finales de los sesenta. A través de las voces de quienes la conocieron, este apasionante libro descubre un universo canalla y lujoso de clubs, tablaos y cabarets donde la aristocracia se mezclaba con la farándula y la juerga seguía hasta mucho después de la hora de cierre.