Cuando baja el telón, el espectador de 'Bodas de sangre' siente que ha asistido a la representación de un rito antiquísimo y renovado, casi a un sacrificio, cuyo significado último es simple y terrible: el amor más intenso solo es posible a costa de la vida; quienes se ven envueltos en el torbellino del amor acaban siendo sus víctimas. En 'La casa de Bernarda Alba' no hay cabida para los buenos sentimientos. La dictadura de la madre ha envenenado la convivencia para siempre. La obra se cierra, como se abrió, con un luto: "¡Nos hundiremos todas en un mar de luto!", "ella, la hija menor de Bernarda Alba, ha muerto virgen". La dictadora es incapaz de aceptar que la realidad, a su alrededor, siga un curso distinto del que ella le ha marcado. Es necesario seguir fingiendo que allí no ocurre nada anormal, que nada ha perturbado, ni con su cara risueña -el hijo que probablemente esperaba Adela- ni con su cara oscura -el suicidio-, el orden impuesto por la autoridad indiscutible.
Federico García Lorca hijo de un rico propietario y de una maestra, vivió una infancia rural a la que sumó una completa formación. Se trasladó a Madrid, donde se alojó en la Residencia de Estudiantes y conoció a sus compañeros de generación y a muchas figuras del panorama artístico. En este ambiente conoce las Vanguardias, pero su personal sensibilidad sobrepasa las modas y triunfa definitivamente con su emblemático Romancero gitano. Tras vivir una enriquecedora temporada en Cuba y Nueva York (el impacto de esta ciudad da lugar a Poeta en Nueva York), vuelve a España. Durante la República, dirige la compañía La Barraca, grupo teatral universitario con el que llevó el teatro clásico por todos los rincones de España. En 1933 visita Buenos Aires, donde sus dramas obtienen gran éxito. De regreso, Lorca, que es ya poeta de éxito, manifiesta públicamente sus ideas de izquierdas; este hecho lo pone en el punto de mira de los nacionales que lo asesinan nada más estallar la guerra civil, dos meses después de terminar La casa de Bernarda Alba. Otras obras destacadas del autor son Poema del cante jondo, La zapatera prodigiosa, Bodas de sangre, Yerma, Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores, Mariana Pineda y El público, todas ellas publicadas en Austral.