Ediciones Paidós publica una de las principales obras de la tradición estética norteamericana El arte como experiencia, de John Dewey, nos relaciona el romanticismo nórdico y el expresionismo abstracto. No obstante, la estética de Dewey va mucho allá, pues articula la relación entre la sensibilidad estética moderna y las prácticas artísticas, la naturaleza y la vida cotidiana. Su concepción estética nos devuelve a lo que en su día fue la más importante apuesta de la Estética desde la Ilustración: es decir, a la organización de un entramado conceptual que nos permite concebir las experiencias estéticas como manifestaciones de nuestro potencial para desarrollar una vida más digna e inteligente. Una vida en la que el arte no sea un adorno dominical ni un entretenimiento de lujo, sino una manifestación de nuestra sensibilidad.
Profesor de Filosofía en la Universidad de Chicago entre 1894 y 1905, y en la de Columbia entre 1905 y 1929, John Dewey (1859-1952) evolucionó desde el pragmatismo hacia una actitud filosófica de tipo empírico naturalista a la que llamó «instrumentalismo». Dedicado a la ética y la teoría de la educación, pensaba que los sistemas de valores que permiten formular un código moral adecuado deben basarse en la experiencia que da al hombre su relación con el mundo. Entre sus libros destacan Democracia y educación (1914), Human Nature and Conduct (1922), The Quest for Certainty (1929) o La reconstrucción de la filosofía (1920 y 1949).