El revolucionario hallazgo de Chaitin, el número Omega, es una representación exquisitamente lograda de aquello que las matemáticas deben a la intuición y la experiencia. Sus investigaciones arrojan luz sobre lo que podemos llegar a saber acerca del universo y la propia naturaleza de la vida. Chaitin esboza los pasos intelectuales e intuitivos específicos que lo llevaron hasta su descubrimiento, nos conduce hasta los mismísimos límites del pensamiento científico y nos ayuda a apreciar el arte que reside en la ciencia de las matemáticas. El autor nos muestra que las matemáticas tienen tanto de arte como de lógica, y contienen tanta ciencia experimental como puro razonamiento.