La colección «Poesía portátil» publica esta antología poética de una de las escritoras argentinas más emblemáticas de la segunda mitad del siglo XX: Alejandra Pizarnik.La dura sensualidad y el profundo intimismo de Alejandra Pizarnik confluyen en esta selección de su obra poética, a cargo de Ana Becciu.La autora, figura de culto de las letras hispanas y una de las escritoras más representativas de la segunda mitad del siglo XX, muestra en sus versos las entrañas de alguien torturado, que ama de un modo animal, que devora y que coquetea con dejarse ir para siempre. Su poesía escenifica batallas brutales, luchas feroces en las que quema todo cuanto la rodea con la esperanza indisimulada de dejar que el fuego la consuma a ella también. A los treinta y seis años se rindió definitivamente. Sus versos arderán siempre.
Alejandra Pizarnik nació en Buenos Aires en 1936 en una familia de inmigrantes judíos de origen ruso y eslovaco.
Publicó su primer libro, titulado La tierra más ajena, en 1955. Le siguieron La última inocencia en 1956 y Las aventuras perdidas en 1958.
Entre 1960 y 1964 se instaló en París y ahí colaboró con distintas revistas y diarios. De esa época procede su amistad con Julio Cortázar, Rosa Chacel y Octavio Paz, quien prologó su cuarto poemario, titulado El árbol de Diana (1962).
En 1964 regresó a Buenos Aires y publicó sus obras más conocidas: Los trabajos y las noches (1965), Extracción de la piedra de la locura (1968) y El infierno musical (1971). Desde 1954 en adelante, Pizarnik fue redactando sus Diarios (Lumen, 2013) que la acompañaron hasta los últimos días de su vida. Lumen también ha publicado su Prosa completa (2016).
En 1972, a la edad de treinta y seis años, decidió morir en la misma ciudad donde había nacido.