Rubén Darío (1866-1916), que en realidad se llamaba
Félix Rubén García Sarmiento, nació y murió en su patria,
Nicaragua, pero vivió en diferentes países de América y
Europa, donde se hizo famoso por su literatura y llegó a
ser llamado "príncipe de las letras castellanas". [...]
Poeta renovador y viajero incansable, Darío escribió para
varios periódicos en Latinoamérica y Europa. Desempeñó
algunos cargos públicos y diplomáticos en diferentes
países, pero en general tuvo problemas económicos, que
iba solucionando gracias a las ventas de sus libros y de sus
artículos. Ha sido Darío uno de los primeros autores de la
lengua española que logró sobrevivir gracias a su pluma.
De su obra, hemos seleccionado algunos poemas y cuentos
que pueden ser leídos y disfrutados por niños y jóvenes; y
que demuestran su talento artístico y cómo ha influido en
toda la literatura posterior a él. Porque Rubén Darío es ya
un clásico indiscutible, cuya obra permite nuevas lecturas
en cada época y también en cada edad.
Rubén Darío (Nicaragua, 1867-1916) representa uno de los grandes hitos de las letras hispanas, no sólo por el carácter emblemático de algunos de sus títulos como Azul... (1888), Prosas profanas (1896) y Cantos de vida y esperanza (1905) sino por las dimensiones de renovación que impuso a la lengua española, abriendo las puertas a las influencias estéticas europeas a través de la corriente que él mismo bautizó como Modernismo. Pero como decía Octavio Paz su obra no termina con el Modernismo: lo sobrepasa, va más allá del lenguaje de esta escuela y, en verdad, de toda escuela. Es una creación, algo que pertenece más a la historia de la poesía que a la de los estilos. Darío no es únicamente el más amplio y rico de los poetas modernistas: es uno de nuestros grandes poetas modernos, es «el príncipe de las letras castellanas».