Kôbô Abe (Tokio, 1924-1993) vivió su adolescencia en Manchuria, entonces dominada por el ejército japonés, lo que dejó hondas huellas tanto en su literatura como en su visión del mundo. Tras doctorarse en Medicina por la Universidad de Tokio, se dedicó a creaciones literarias de tendencia vanguardista y, en 1951, obtuvo el Premio Akutagawa por La pared: el crimen del señor S. Karma. El reconocimiento mundial de sus novelas La mujer de la arena y El rostro ajeno (ambas publicadas por Siruela) lo ha convertido en uno de los escritores más destacados de la literatura japonesa moderna.