Escrito en 1904 y publicado un año después, Vida de Don Quijote y Sancho es uno de los libros más representativos de Miguel de Unamuno (1864-1936). Libre y personal exégesis del Quijote, en que el autor no pretende descubrir el sentido que Cervantes le diera, sino el que le da él, la obra -como apunta asimismo Ricardo Gullón en su introducción al volumen- quizá sea también novela, ya que en sus páginas hidalgo y escudero reviven los episodios de la obra cervantina «en compañía de un narrador que no se priva del autoatribuido derecho a injerirse en lo narrado, trasluciendo en el comentario una voluntad tanto crítica como creadora». Completan el volumen el ensayo «El sepulcro de Don Quijote», publicado en "La España Moderna" en 1906, así como los prólogos a la primera y segunda ediciones, fechados en 1913 y 1928.
Miguel de Unamuno (1868-1936) fue poeta, dramaturgo, novelista, filósofo y ensayista, pero por encima de cualquier clasificación fue dueño de una sagacidad, agudeza e independencia poco frecuentes en la literatura hispánica. Su primera novela fue Paz en la guerra (1897), una obra histórica sobre la última guerra carlista. Con Niebla (1914) inicia lo que él denominó nivolas: frente a la novela tradicional presenta el enfrentamiento de las almas, de las pasiones humanas, sin paisajes, ambientes ni costumbres. En 1917 publicaría Abel Sánchez y en 1921 La tía Tula. Una de sus obras maestras, y seguramente la más conocida, llegaría en 1931, San Manuel bueno mártir. Escribió también numerosos libros de ensayo como: En torno al casticismo (1902), Vida de Don Quijote y Sancho (1905), Por tierras de Portugal y España (1911), Andanzas y visiones españolas (1922) o, entre otros, Del Sentimiento trágico de la vida (1922).