Un viejo es secuestrado por un par de revolucionarios en los años setenta. A un niño le estalla en la cara la Revolución Mexicana de principios del siglo XX. El viejo recuerda al niño que fue; y el niño, al viejo que será. En medio de todo, las piezas que explican al uno y al otro: el primer cigarro, la primera función del cinematógrafo, el primer muerto...Decencia celebra y parodia con idéntica vehemencia las ambiciones de totalidad de las grandes narrativas latinoamericanas. Más que hacer sumas y restas, corta transversalmente, abre y cierra ángulos, no deja un respiro. Es al mismo tiempo un bildungsroman subvertido por el caos de la experiencia recobrada y una road novel que dura cien años.Si algo ha distinguido los libros de Álvaro Enrigue es la violencia con que replantea las fronteras de lo novelístico, con que sondea los límites de los géneros literarios bajo una sola consigna: someter el tiempo inexorablemente rígido y lineal a la lógica mucho más plástica y flexible del lenguaje. Hay un solo axioma que el lector tiene que conceder para habitar de lleno el universo de Decencia: el futuro puede modifi
Álvaro Enrigue nació en México en 1969. Ha vivido entre el Distrito Federal y Washington D.C, y ahora reside en Nueva York. Ha sido profesor de Literatura en la Universidad Iberoamericana y de Escritura Creativa en la de Maryland. Se dedica desde 1990 a la crítica literaria, y ha colaborado en revistas y periódicos de México y España. A su regreso a México, después de una breve etapa como editor de literatura del Fondo de Cultura Económica, pasó a formar parte de la revista Letras Libres y posteriormente fue editor de Conaculta. Ganó el Premio de Primera Novela Joaquín Mortiz con La muerte de un instalador, en 1996. En Anagrama ha publicado Hipotermia y Vidas perpendiculares. Ha sido seleccionado por la New York Public Library como escritor residente en 2011 y 2012 junto a Jonathan Safran Foer y James Fenton después de la publicación en México y España de Decencia.