El alma de Gardel es una entidad procedente de una dimensión desconocida, inmersa en una batalla cósmica para vencer a un ser que en la Tierra llaman Carson. Para cumplir su misión, se instaló en Carlos Gardel -el músico- con el objetivo de convertirse en un ídolo de masas y reclutar a seres humanos. Entre ellos, se encuentra el narrador: un hombre mayor, más bien gris, que hace balance de su vida analizando, casi novelando, sus recuerdos para reconstruir la historia de sus amores... Una obra inclasificable con un toque genial de surrealismo fantástico que apunta a las maneras de Philip K. Dick.
«Más allá de su reconocible linaje nacional, de los autores con los que él mismo se vinculó, Kafka, o con los que se lo relaciona muy atinadamente, Beckett y Vian, Levrero puede situarse en la hermandad de los inconclusivos. Son los que convierten el acto de la escritura en una espiral neurótica.»
Nora Catelli, El País, Babelia
Mario Levrero nació en Montevideo en 1940 y falleció en la misma ciudad en 2004. Fue fotógrafo, librero, guionista de cómics y de folletines experimentales, humorista y redactor jefe de una revista de perfil inclasificable. Es autor de las novelas La ciudad (1970), Nick Carter se divierte mientras el lector es asesinado y yo agonizo (1975), París (1980), El lugar (1984), La Bandadel Ciempiés (1989), Dejen todo en mis manos (1996), El alma de Gardel (1996), El discurso vacío (1996) y La novela luminosa (2005); publicó tambiénlos libros de relatos La máquina de pensar en Gladys (1970), Todo el tiempo (1982), Aguas salobres (1983), Los muertos (1986), El portero y el otro (1992), Ya que estamos (2001) y Los carros de fuego (2003); asimismo, algunos de sus mejores artículos periodísticos se encuentran en Irrupciones I (2000) e Irrupciones II (2001).