Poeta inolvidable y casi secreto, entregado a las preguntas esenciales y a la vida viva, Francisco Díaz Velázquez recoge en este Espacio de tiempo palabras que saben habitar de plenitud el instante.
Decir lo importante con palabras para todos, para cualquiera. Conocer el oficio, las artesanías poéticas. Atreverse a la verdad. Vivir sin precio. Ser humilde. No rendirse.
Las paradojas y las contradicciones, las maestrías mágicas, los fabulosos encuentros? alumbran en el camino de la libertad, de la dignidad y de la resistencia con su elocuente lucidez.
Contar el misterio, sin desvelarlo ni agotarlo, sino dándole nacimiento y vuelo incesantemente.
Qué bueno que en el mundo haya poesía, desvelando los velos que nos impiden ver, velando por la salud y la conciencia, construyendo otros mundos posibles.
Ilustración de cubierta: Alicia Díaz.
Incluye un marcapáginas que reproduce ilustración de cubierta y poemas extra del autor.
Francisco Díaz Velázquez (Sevilla, 19422015). Escritor singular y polifacético (relatos, artículos, poesía, crítica
), impulsor de numerosas y audaces aventuras intelectuales y literarias (del underground al pop, del cante jondo a la fusión), incansable activista cultural y político. Licenciado en Filosofía por la Universidad de Barcelona, es autor, junto a este Espacio de tiempo, de los poemarios Mínimas y coplas (La Carbonería, 2006) y Coplas de nadie (Libros de la Herida, 2015), así como letrista de flamenco en discos de, por ejemplo, Camarón de la Isla o Dani de Morón, y en diferentes espectáculos. Como autor teatral, en 1971 su obra Los sordomudos fue finalista del premio Ciudad de Alcoy, y en colaboración con Alfonso Jiménez Romero (de quien ha realizado la edición de su obra) escribió y dirigió De lo que ocurrió el día de la inauguración del Gran Hotel (1972, Premio Ciudad de Teruel), El neófito (1973) y La murga (1974); igualmente ambos dirigieron con resonante éxito el espectáculo Oración de la tierra, estrenado en 1972. Trabajó en 1984 en los guiones de la serie de rtve «Caminos flamencos». Como escribió la añorada poeta y filósofa Isabel Escudero en el prólogo de Coplas de nadie: «Tus coplas, Paco, salen cantadas: son ritmo y aliento, lengua suelta que es pensamiento vivo, que no se conforma ni calla, que apunta, que pregunta. Tus letras son de viva voz».