Las historias de La bailarina de Izu constituyen una autobiografía velada de los atribulados años de juventud de Yasunari Kawabata. Marcado por la pérdida de los parientes más cercanos, las ceremonias
del duelo y el fantasma de la memoria, el autor logra, con su estilo elegante y al mismo
tiempo perturbador, componer escenas inolvidables a partir de los recuerdos dolorosos. Los escritos van acompañados, en esta edición, por varias «historias en la palma de la mano» que no habían sido publicadas anteriormente. Estampas urbanas del Japón previo a la segunda guerra mundial, nuevas versiones de motivos folklóricos orientales, percepciones intensamente vividas, fábulas modernas y poco morales sobre el amor, el deseo y la sexualidad completan esta obra del «maestro de la desilusión» de la literatura del siglo xx.
Yasunari Kawabata, premio Nobel 1968, se suicidó a los setenta y dos años de edad, y a pesar de haber escrito más de doce mil páginas de novelas, cuentos y artículos, no redactó ni una nota que ayudara a explicar las razones de su decisión. Huérfano a los tres años, crítico literario en sus inicios, insomne perpetuo, admirador de la obra de Joyce y Virginia Woolf, cineasta juvenil, lector voraz tanto de Tolstói como de las vanguardias europeas y solitario empedernido, Kawabata permaneció al margen de la política de su país durante la segunda guerra mundial. Fue además mentor y difusor de Yukio Mishima. Entre sus obras, muchas de ellas marcadas por la soledad y el problema del erotismo, destacan: La bailarina de Izu (1926), País de nieve (1948) y La casa de las bellas durmientes (1961).Conocedor del budismo, y sin embargo ateo, en su juventud Kawabata profetizó que la literatura llegaría a sustituir a la religión.