El destino de la joven Clotilde parece por fin cambiar cuando Gacougnol, un reconocido pintor parisino, la rescata de la pobreza y la humillación en la que vive junto a su madre y su padrastro. Pero la miseria parece perseguirla y perseguir a todos con los que intenta entrelazar su nueva vida. La desdicha no elude a Leopold, su marido, ni a Lazare, su pequeño hijo. Clotilde se convence así del sino inmutable de su desgracia, a la que confiere un carácter religioso que le ayuda a sobrellevar su mísera existencia. Retrato descarnado de la pobreza y el desamparo, ¨La mujer pobre¨ está escrita con una prosa que se aparta de la corriente predominante en las letras francesas de su época, con sus principios de claridad, elegancia, equilibrio y precisión. El estilo de Bloy está hecho de intensidad, que tiende al paroxismo, al esplendor verbal, a las imágenes desmesuradas, a los retratos esperpénticos. El propio autor describe la novela como una larga digresión sobre el mal de vivir, sobre la infernal desgracia de subsistir, desprovistos de hocico, en una sociedad sin Dios
Léon Bloy (1846-1917), panfletario y romántico, nació en el Périgueux el 11 de julio de 1846. Su padre fue masón volteriano y su madre católica devota. En 1867 se trasladó a París. Entre sus obras destacan Le Désespéré (1886), Le Salut par les juifs (1892), Histoires désobligeantes (1894). En esta misma editorial hemos presentado ya su Exégesis de los lugares comunes (1902 y 1913; Acantilado, 2007) y Diarios (Acantilado, 2007).