Un cosmos unitario y rotundo conforman los doce cuentos de Los pobres desgraciados hijos de perra, que tienen como escenario una urbanización en Portacoeli, un pueblo de veraneo, y gravitan en torno a la «violenta y desconcertada juventud». Así, un grupo de adolescentes disfruta, en «Con un poco de suerte», de los largos veranos de tres meses, entregados al fútbol y el vagabundeo con los amigos y con las chicas, hasta que saben que la fortuna no siempre está de su parte al lanzar un penalti... o al tomar una curva a toda velocidad. Parecidas ansias de apurar el mundo muestran los personajes de otros relatos, que juegan con experiencias al límite. Muchos de esos jóvenes, ya adultos, serán quienes se enfrenten a la amarga avaricia de algunos familiares en «Casa nuestra», o los que transijan con el mundo, como el protagonista de «Una fórmula mágica», al que se le pide que escriba sobre las carreras de Fórmula 1 a cambio de irrechazables tentaciones. Criaturas, en definitiva, extraviadas en sus mundos respectivos, seres que intentan exprimir la esencia de la vida, mediante distintas variedades de la intensidad (el amor, la literatura, los deportes), antes de que el tiempo se conjure contra ellos.
Carlos Marzal nació en Valencia en 1961 y se licenció en filología hispánica por la universidad de la misma ciudad. Publicó su primer libro, El último de la fiesta, en 1987, y cuatro años más tarde, La vida de frontera (1991). Luego vendrían los poemarios publicados en esta colección, Los países nocturnos (1996, Marginales 145) y Metales pesados (2001, Marginales 196) ?este último Premio Nacional de la Crítica y Nacional de Literatura en 2002?, y ya en 2004, Fuera de mí, Premio Fundación Loewe. Esos cinco libros están agrupados en El corazón perplejo. Poesía reunida (1987-2004) (Marginales 230). Marzal se ha revelado también como un novelista fuera de lo común con Los reinos de la casualidad (2003, Andanzas 583), saludada por la crítica como una novela excepcional y elegida novela del año por algunos suplementos literarios. Marzal ha reunido sus escritos teóricos en el volumen Poesía a contratiempo (2002), sus aforismos en Electrones (2007), y sus apuntes sobre arte en El cuaderno del polizón (2007); además, ha traducido del catalán Andén de cercanías, el poemario de Enric Sòria.