La figura de César
Vallejo (Santiago de Chuco, 1892-París, 1938), situada en el principio y el
final de dos mundos el americano, bajo la herencia posrromántica y modernista,
y el europeo, significativo en cuanto a la renovación estética de las vanguardias
representa el ejemplo más personal y trastocador de toda la lírica
contemporánea hispanoamericana. El presente volumen recoge, en primer lugar, toda
su obra poética, incluidos los facsímiles de sus poemas póstumos, a la vez que
nos brinda la posibilidad de llevar a cabo una nueva lectura, abierta y
crítica, hacia los contenidos de una poética donde experimentación y
solidaridad forman un todo desde el que Vallejo construye la utopía del
lenguaje. En la segunda parte del volumen, se recoge su obra narrativa completa,
desde la perspectiva histórico-social que representa la literatura de sus
primeros años Escalas melografiadas
y Fabla salvaje hasta el indigenismo
profundo de Hacia el reino de los Sciris
y el cuestionamiento de la realidad social de El tungsteno. Todo ello constituye un ejemplar mosaico de la
realidad hispanoamericana de principios de siglo, acercándonos con su pluma a
un universo que se encuentra en constante reelaboración.
César Vallejo, uno de los poetas hispanoamericanos más destacables del siglo xx, nació en Santiago de Chuco, Perú, en 1892. Estudió medicina, filosofía, derecho y ejerció el magisterio. Constantes en la obra de Vallejo son la solidaridad con el sufrimiento humano, su rebeldía contra la sociedad, la fe en la utopía revolucionaria y la muerte. En 1918 publicó Los heraldos negros, su primer libro de poemas, de influencia modernista. Fue encarcelado en 1920 al ser acusado injustamente de robo e incendio durante una revuelta. En ese tiempo escribió algunos de los poemas que formarían su segundo libro, Trilce. En 1923 se trasladó a Europa. Estuvo en París, en donde conoció a Gris, a Huidobro, fundó la revista Favorables París Poema y terminaría siendo expulsado por razones políticas. En Moscú conoció a Maiakovski. En 1931 se trasladó a España, se afilió al Partido Comunista y publicó Rusia en 1931. Reflexiones al pie del Kremlin y su novela social Tungsteno. Al año siguiente regresó a París, en donde vivió de forma clandestina. Cuando estalló la Guerra Civil española, recogió fondos para la causa republicana y viajó a Madrid y Barcelona para participar en distintos congresos de escritores. Murió en París en 1938. Un año después se publicó su poema más político, España, aparta de mí este cáliz, y una recopilación de su obra poética con el título de Poemas humanos.