El título de este libro puede extrañar a más de uno. Sin embargo, el alcance y la significación de este estudio conduce a conclusiones sorpresivas. La investigación de Vicente Romano lleva a considerar que la división del trabajo y las motivaciones económicas constituyen el primer origen de la misoginia y, por extensión, de las brujas. En el fondo, se trata del menosprecio y la discriminación de la mujer.