Si ojeamos lo que hasta ahora se ha escrito sobre las drogas, sentencia Ernst Jünger, «encontraremos poca sabiduría y mucha ciencia». Atraído desde siempre por ese mundo que sólo se alcanza en estados alterados, Jünger aborda en Acercamientos este tema desde un punto de vista multidisciplinar y, por supuesto, con mucha sabiduría. De hecho, propone un acercamiento vital al mundo de los paraísos artificiales: sueños, fragmentos autobiográficos, lecturas y experiencias alternan con encuentros con toda clase de personajes, sean célebres o anodinos. El libro no avanza por tanto en orden cronológico, sino al hilo de las asociaciones que Jünger establece entre la anécdota y las sutiles y sorprendentes reflexiones que ésta suscita en él. Estamos, pues, ante un cuaderno de bitácora sobre las experiencias del autor con sustancias que conducen a la ebriedad, ya sea alcohol, éter, cocaína, opio, hachís, LSD o peyote, pero también esas otras drogas llamadas soledad, música o juegos de azar. Mientras analiza ese estado en que la realidad queda suspendida, Jünger se pregunta también sobre las causas de la fascinación que los narcóticos han ejercido en la humanidad y sobre su influencia en las más diversas actividades, disciplinas artísticas y culturas, al tiempo que establece un riquísimo diálogo con los ilustres autores que lo precedieron en este viaje a la otra orilla: De Quincey, Poe, Baudelaire, Nietzsche, Aldous Huxley, Henri Michaux o Albert Hofmann.
Escritor alemán nacido en Heidelberg. A lo largo de sus 103 años, se transformó en uno de los hitos culturales fundamentales del siglo, no sólo en Alemania, sino en todo Occidente. Inmerso en un siglo convulso, portavoz no oficial de la Kultur germana tan denostada entre 1914 y 1945, sufre en su propia carne los prejuicios que la propaganda achaca a esta Kultur en todo su sentido negativo, prejuicios que, por extensión, no han dudado en esgrimir sus detractores en todo tiempo y lugar. No obstante, al conocedor de su obra no le queda más remedio que doblegarse y, aún no estando de acuerdo con todos sus postulados, reconocer su relevancia en el desarrollo cultural del siglo XX. Participó como voluntario en la primera guerra mundial. La experiencia de aquellos años terribles quedó reflejada en Tempestades de acero, primer tomo de sus Diarios. Terminada la contienda, alternó su afición a escribir y viajar con los estudios de zoología y filosofía. Dentro del conjunto de su extensa obra, ocupan una posición central los Diarios, que ofrecen el testimonio de una trayectoria intelectual que se extiende a lo largo de casi ochenta años. Su obra, polémica donde las haya, ha ido sobreviviendo a los avatares de la Historia gracias a la sedimentada lucidez con la cual ha vivido y dado cuenta, desde una posición personal siempre incómoda y delicada, de los acontecimientos que han ido marcando un siglo cargado de convulsiones de toda índole. Escribió entre otras obras, Acercamientos, La emboscadura, El libro del reloj de arena, Radiaciones (Vol. 1 Diarios de la Segunda Guerra Mundial), Radiaciones (Vol. 2 Diarios de la Segunda Guerra Mundial), Pasados los setenta I (Radiaciones Vol. 3), Tempestades de acero, La tijera, El tirachinas y El trabajador.