Ambientada en la Francia de la segunda guerra mundial, Calle de la Estación, 120 es la primera novela de Léo Malet en la que aparece el detective Nestor Burma como protagonista. Bob Colomer, ayudante de Burma, es asesinado en la estación de Lyon justo cuando acababa de reencontrarse con su jefe, recién llegado a Francia del campo de prisioneros alemán en el que había estado internado. Antes de morir, Colomer logra susurrarle una dirección: «Calle de la Estación, 120», la misma que Burma había escuchado en el hospital militar de un prisionero agonizante. A partir de ahí arranca una investigación en la que el detective tendrá que indagar en episodios de su pasado que ya creía enterrados y que le llevará de la Francia de Vichy al París ocupado por los nazis.
Publicada por primera vez en 1942, Calle de la Estación, 120 es una apasionante novela negra pero también una descripción de la vida cotidiana en Francia durante la segunda guerra mundial, en la que el racionamiento, la división del territorio y las restricciones impuestas por los nazis son el escenario para la presentación de uno de los personajes míticos de la novela policíaca francesa: el detective Nestor Burma.
«Una pequeña obra maestra.» Juan Pedro Quiñonero (ABC)
«Escrita en 1943, esta novela es la primera de una larga serie con Nestor Burma, el detective de París, en escena. Supone el nacimiento de la novela negra a la francesa: un cóctel de suspense, de humor, de poesía y de reflexión social.» Sophie Colpaert
«Malet es un maestro del género negro.» La Repubblica
Léo Malet (1909-1996), anarquista conservador, como le gustaba definirse, es uno de los padres de la novela negra francesa. Huérfano desde muy joven, se mudó de su Montpellier natal a París cuando era un adolescente, allí se movió en los ambientes anarquistas y trabajó en los más diversos oficios: picapedrero, albañil, periodista, figurante de cine o incluso cantante de cabaret. En los años treinta formó parte del grupo de los surrealistas y gracias a su amistad con Breton, Magritte o Aragon tomaría contacto con el mundo editorial y lograría publicar sus primeros poemas.Aunque cultivó diferentes géneros, y se ganó la vida como novelista popular bajo diferentes seudónimos, Léo Malet alcanzó el éxito con la novela negra gracias a Nestor Burma, un detective privado, descarado, ex anarquista y fumador de pipa que apareció por primera vez en 1942 en la novela Calle de la Estación, 120 y que terminaría siendo el protagonista de más de una treintena de títulos. En 1954 inició un ambicioso proyecto inconcluso: Les Nouveaux Mystères de Paris, una serie de veinte novelas ambientadas en cada uno de los arrondissements (distritos) parisinos, entre las que destaca Niebla en el Puente de Tolbiac (1956; Libros del Asteroide, 2008). Calle de la Estación, 120 fue llevada al cine en 1946 por Jacques Daniel-Norman y al cómic en 1988 con dibujos de Jacques Tardi y guión de Tardi y el propio Malet. Murió en Chatillon, el día en que cumplía 87 años.